domingo, 2 de mayo de 2010

Esquizofrenia gubernamental II



En un reciente artículo publicado en mi blog en marzo pasado y titulado “Esquizofrenia en el Gobierno del Distrito Federal” apuntaba yo la doble moral con que dicho gobierno rige esta ciudad. En el discurso defiende los más caros valores éticos que debe reunir un buen régimen, preocupado por la salvaguarda de la integridad y seguridad de sus gobernados.
Ejerce sin embargo enormes presupuestos para poner en marcha y operar diversos “programas sociales” al mas puro estilo paternalista de antaño, que en una estricta evaluación externa serían reprobados, porque no propician un desarrollo social real, sino por lo contrarío, generan prácticas y conductas lascivas.
Hoy recibe más un ciudadano del Distrito Federal por el hecho de ser adulto mayor, madre soltera, tener algún grado de minusvalía, ser sexoservidora, desempleado, fármacodependiente, interno en un reclusorio, niño de la calle, experimentado grafitero, etc. que ciudadano común que cumple con sus obligaciones. No niego que estos factores pueden ser decisivos para la falta de oportunidades personales y un desarrollo armónico. Pero también representan por su condición una fuente clientelar extraordinaria y solo perpetúan el origen social del problema.
Celebro programas como los de: vacunación universal, uniformes y útiles escolares gratuitos para niños de primaria y secundaria, la puesta en marcha de la Universidad de la Ciudad de México, las campañas de detección de cáncer, la mejora en la red de unidades médicas, etc. que optimizan los servicios urbanos y propician el incremento en los niveles de vida de esta ciudad, además de que pueden ser medibles internacionalmente. Bien por ello.

Lo que no entiendo como ciudadano común son algunas medidas, como la aprobada en la madrugada del viernes 30 de abril en que por mayoría de votos la Asamblea de Representantes del D.F. autorizó el funcionamiento de bares, cantinas , cabarets, dicoteques o antros hasta las cinco de la mañana.
Bien apuntaba yo en mí pasado articulo que puede mas la complicidad que la lealtad, fue mas poderosa la complicidad con los dueños de los antros, que por cierto permanecieron atentos a lo largo de toda la sesión legislativa, supongo que como eficaces asesores y desde luego celosos vigilantes de sus intereses, que la lealtad con los intereses de la ciudadanía.
Si de aumentar y diversificar la vida nocturna de esta ciudad se trata me hubiera gustado que algún versado asambleísta hubiera propuesto como incrementar la oferta en teatros, museos, bibliotecas, parques temáticos, recorridos nocturnos por la ciudad, etc. como ocurre en otras grandes urbes y que realmente abren el espectro de opciones de esparcimiento y convivencia.
De manera aplastante la maquinaria del PRD y asociados emitió su voto, y el resultado final en la pizarra fue 40 contra 18 a favor de la medida de prolongar dos horas más el cierre de los establecimientos de marras.
Parece que no basta que los jóvenes y adultos que concurren a esos antros ingirieran alcohol frecuentemente adulterado hasta las tres de la mañana, el asunto es como consentir dentro de la legalidad que los chilangos se emborrachen y desde luego consuman más, es decir sean mejores clientes.
A mayor numero de horas de consumo de bebidas, mayor grado de intoxicación alcohólica en los cientos de inexpertos jóvenes que incrementarán de manera proporcional su arribo a las salas de urgencias hospitalarias y al servicio medico forense las madrugadas los fines de semana. O acaso los dueños de los antros solo forzaron el cierre hasta las cinco de la mañana para que sus parroquianos beban menos.
En contraparte el Gobierno de la Ciudad ha anunciado 23 requisitos de seguridad que deberán cumplir los antros que pretendan ampliar su horario; de ellos varios en teoría eran de acatamiento obligado previamente, y vuelvo a preguntar ¿y cuando los cumplieron? De haber sido así muchas familias que conozco no se hubieran enlutado nunca al perder a un familiar. Estas medidas engrosarán sin duda el cúmulo de reglamentos y ordenanzas que son conocidas como letra muerta.
Esta nefasta medida fue tomada a pesar de los cientos de miles de cartas de organizaciones de padres de familia y vecinos que se opusieron a ella. Sin duda aumentará la corrupción, y les concede a las autoridades centrales su control, propicia el incremento en la burocracia de verificadores e inspectores encubridores, en el número de accidentes y homicidios imprudenciales, delincuencia nocturna, etc. Solo nos resta como ciudadanos agradecer a la asociación nacional de propietarios de antros por esta impar iniciativa. Muchas gracias.
Me hubiese gustado equivocarme en mis aseveraciones de hace dos meses, pero no fue así, hoy los que ganaron la votación en la Asamblea de Representantes y en el Gobierno del Distrito Federal tienen que comprender que entre sus manos tienen una victoria vergonzosa.

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